Cómo se siente un usuario mientras visita tu web es determinante en la decisión de compra. Diversos estudios han pronosticado que en el año 2020 la UX (experiencia de usuario) será el valor diferencial por excelencia que conducirá a la compra de un producto por encima de la marca o del precio. Y no nos extraña.
Si viajamos del mundo online al offline la experiencia de usuario adquiere el mismo valor. Imagina que vamos a comprar un sofá para nuestro salón. Entramos en una tienda lúgubre, oscura, poco acogedora y con los productos dispuestos de una manera totalmente desordenada; nos atiende una persona arisca en el trato y que no tiene la intención de ayudarnos en lo más mínimo; ¿realmente crees que esta es la tienda dónde comprarías tu sofá? Seguro que no.
Un portal web es como una tienda… O más que una tienda. Porque cuando entras en un establecimiento que vende muebles no sabes si el negocio proviene de una entrañable trayectoria familiar o es de un interiorista creativo y emprendedor con postgrados en universidades internacionales. El sitio web te permite conocer la historia del negocio, su misión, su visión, sus proyectos, valores, las diferentes líneas de negocio… Mima la web y mima al usuario.
¿Cómo mejorar la experiencia del usuario y aumentar las ventas?
Existen 6 factores clave:
1.- Haz tests y desmarca en intuición.
Una vez construida tu web, deja que la testen diferentes personas de tu entorno, sobre todo las que tienen un perfil igual o parecido a tu target. Según Amazon, la compañía estadounidense de e-commerce a nivel mundial por excelencia, estudiando la experiencia de 5 usuarios se puede identificar y corregir el 85% de los posibles problemas. Merece la pena.
Puede que tú y tu equipo lo hayáis probado una y otra vez, pero la intuición no entiende de normas. Y cada uno es distinto. No te arriesgues y muestra tu web a tu amigo, tu mejor cliente y tu vecino… Quizás ellos te aporten aspectos nuevos en los que ni tú ni tu equipo habíais caído.
2.- Conoce a tu cliente
Es la máxima de cualquier negocio. Sólo si lo conoces sabrás qué necesita y podrás ofrecérselo. Evidentemente un negocio acerca de soluciones de software no podrá tener una web con el mismo diseño, las mismas pestañas y un contenido en la misma línea que un negocio que venda gadgets o artilugios de cocina, para amas de casa que se defienden usando su móvil pero que viven ajenas al mundo de la informática y las nuevas tecnologías.
También debes ir más allá y no solo conocer a tu target, sino que también debes comprender el entorno cultural en el que viven. Por ejemplo, en Colombia los e-commerce no usan el pago online porque los clientes creen que no es seguro y prefieren usar unos tickets específicos que canjean en los bancos. Averigua las preferencias de tu público y adáptate a él.
3.- Mejora en continuo reciclaje
Una web no es un mueble que una vez diseñado y acomodado en una ubicación concreta de la casa se puede dejar allí aparcado durante años y, sin darnos cuenta, va haciendo su función. No, no es así. Una web es como una planta, un ser vivo que necesita cuidados. No hace falta que la riegues cada día, pero sí debes analizar periódicamente los comentarios que recibe, cómo interaccionan con él, conocer los puntos calientes (los más visitados) y los puntos fríos (los que reciben menos atención)…
Conoce las nuevas aportaciones de la tecnología y los últimos avances e intenta y mejorar tu página web periódicamente.
4.- Responsive y Cross channel marketing
Adapta tu web a los distintos formatos (móvil, tableta, ordenador), haz que la imagen de las letras y las fotografías se perciban cómodamente desde cualquier dispositivo, ya sea con pantalla en posición vertical o en horizontal. Y combina los diferentes dispositivos o canales utilizados por un usuario en un proceso de compra. Desde la web hasta el facebook pasando por e-mailing… Quizás este punto sobrepase las fronteras de la experiencia de usuario, pero hoy por hoy es un aspecto clave a tener en cuenta.
5.- Carga
Está claro y seguro que no te viene de nuevo: el tiempo de carga es un factor clave que determina la experiencia de usuario (UX). Tanto es así que Google y Facebook, dos de los grandes, ya penalizan a marcas que utilizan vídeos muy pesados para anunciarse online porque generan una mala experiencia al usuario. Además, seguro que tú también lo has hecho, lo de salir de una página antes de que haya completado su carga porque te produce una sensación de pérdida de tiempo que no puedes sufrir, ¿o no?
6.- Arquitectura de la información. Contenido y diseño en perfecta armonía.
Y por último, pero no por ello menos importante, la información en la web debe estar dispuesta en perfecto equilibrio. El diseño debe ser atractivo y bonito en todos sus elementos (combinaciones de colores, tipografía, iconos…) y el contenido debe ofrecer las respuestas a lo que los clientes están buscando. Ni más ni menos. Es tan malo pecar de poca información como de mucha.
Según los últimos estudios, el impacto generado por una UX positiva puede hacer aumentar las ventas hasta un 300%. Si has llegado hasta aquí ya sabes cómo conseguirlo. ¡Tenlo en cuenta y a por el éxito!
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